Cuando piensas en el éxito, es fácil irte con la finta de los nombres de grandes personalidades. Déjame probártelo con un ejercicio:

Si te digo Roger Federer ¿en qué piensas? Probablemente piensas en él como el mejor tenista del mundo. Pero no piensas en Ivan ljubicic, o en Severin Luthi, que son dos de sus entrenadores actuales y quienes hacen posible que sea el jugador que es. Sin ellos, no habría ganado todo lo que ha ganado.

Si te digo Apple, seguro piensas en Steve Jobs ¿no es cierto? Pero es obvio que una empresa que vale un trillón de dólares no la construyó un solo hombre. Hay un ejército de personas trabajando como uno solo para alcanzar lo mismo.

El punto es que no existe nada realmente significativo que haya logrado una sola persona. Nada. Incluso, cuando ves la manera en que llegamos al mundo, la ley de la reproducción humana establece que se requiere de un hombre y una mujer para crear una vida.

Amigo, amiga, todos queremos tener vidas significativas, pero eso es imposible sin un equipo. La mayoría de nosotros tiene al menos un sueño, algo que quiere alcanzar. Si me preguntaras con qué sueño, seguramente te echaría un rollo con lujo de detalles; créeme, lo tengo clarísimo, pero eso es irrelevante. La pregunta que realmente importa es: ¿con quiénes estoy haciendo equipo para alcanzar mi sueño? Porque sin un equipo, no lo voy a alcanzar, punto… y si lo alcanzo, entonces mi sueño era demasiado pequeño.

Mi amigo y mentor, el Dr. John Maxwell, con quien he trabajado los últimos 15 años en las iniciativas de desarrollo de líderes más grandes que conozco alrededor del mundo, lo dice así:

«Uno es demasiado pequeño como para pretender hacer grandes cosas».

Así que te pregunto: ¿con qué sueñas? Pero más importante todavía: ¿con quién estás haciendo equipo para alcanzar esos sueños? Hablemos de eso durante todo este mes, ¿te late?

Sígueme a través de mis redes sociales y compartiré contigo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera como líder sobre cómo formar y desarrollar equipos, y cómo trabajar en ellos, porque uno es demasiado pequeño como para pretender hacer grandes cosas.

Yo soy Juan, y quiero que decidas mejor para que vivas mejor.

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